Desde chico me atrapó la tecnología. Empecé a programar en los 90, cuando las cosas eran bastante más rústicas pero igual de apasionantes. Con el tiempo, esa curiosidad se transformó en vocación, y después en un compromiso: crear software que sea útil, accesible y pensado para mejorar la vida cotidiana.

A lo largo de más de 25 años, desarrollé herramientas para todo tipo de necesidades: organización personal, productividad, gestión de turnos, juegos y más. Pero siempre con la misma idea en mente: que la tecnología tiene que estar al servicio de las personas, no al revés.

No trabajo por encargo ni para grandes empresas. Me gusta trabajar solo, con libertad creativa y foco en lo que realmente importa: hacer cosas que sirvan, funcionen bien y estén al alcance de todos.

Mi misión es simple:
Crear aplicaciones propias, de calidad, con buen diseño y que se puedan usar sin barreras.
Publico todo de forma gratuita y mantengo los proyectos vivos con actualizaciones constantes.
Además, me propuse lanzar una app nueva cada dos meses. ¿Por qué? Porque tengo muchas ideas, y porque creo que siempre hay algo que se puede mejorar con una buena herramienta digital.